Cambio 158 parlamentarios por un
Ricarte
Patricio Araya
Periodista
@patricioaragon
La creación
de un fondo nacional de medicamentos fue la petición central que efectuó el
periodista Ricarte Soto durante la marcha de los enfermos, que la mañana de
este domingo reunió a unas 12 mil personas en el centro de la capital.
La actividad
fue organizada por particulares, y a ella adhirieron miles de afectados por el
alto precio de medicamentos y tratamientos, muchos de los cuales se encuentran en
fases terminales de sus enfermedades.
El valor de
la convocatoria efectuada por Ricarte Soto, no es otro que la paulatina toma de
conciencia de la sociedad civil de que ha llegado el momento de tomar el
control. Los chilenos ya no queremos más abusos contra nuestra salud. Por ello
es importante no dejar pasar la oportunidad y manifestar nuestro decidido apoyo
a un cambio real.
Chile
requiere de nuevas leyes y nuevos instrumentos de participación ciudadana;
basta ya de una legislación leonina y del no acceso a los espacios de discusión
pública. En noviembre los chilenos tendremos una inmejorable oportunidad de
renovar la TOTALIDAD de la Cámara de Diputados, y la MITAD del Senado, es
decir, podemos despedir a 120 diputados y 19 senadores. Y en cuatro años más,
podemos volver a cambiar a los 120 diputados y hacer lo mismo con la otra mitad
del Senado.
Tanto la
Concertación como la Alianza, han dado muestras inequívocas de no querer hacer
esos cambios; a ninguna de ellas les interesa introducir modificaciones
estructurales. Está claro que ambas se benefician del sistema de
representación, y que en virtud de ello, no están interesadas en hacer cambio
alguno.
No sólo los
enfermos se ven afectados por los altos costos de la salud, también sus
familias que puede perder todo a manos de una grave enfermedad.
No olvidemos
que este 17 de noviembre es la gran oportunidad de deshacerse de 120 diputados
y 19 senadores. Pensemos en gente como Ricarte Soto, que no teniendo más
recursos que su condición de panelista de TV, ha logrado sacar a la calle a
miles de enfermos y sus familiares, a exigir que el Estado se haga cargo de sus
males, y que los empleadores y los trabajadores ayuden a la formación de un
fondo solidario de medicamentos.
Esa idea,
tan obvia, simple y necesaria, créame señor lector, no se la he escuchado a
ningún parlamentario en estos 23 años de “democracia”.
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